No cabe duda de que, en tiempos de Coronavirus, la tecnología se ha convertido en nuestra aliada para lograr tener control de la mayor parte de lo que ocurre en la operación de negocios. Por ejemplo, un problema como el consumo de productos al interior de un local, todavía puede ser monitoreado con cautela por […]
No cabe duda de que, en tiempos de Coronavirus, la tecnología se ha convertido en nuestra aliada para lograr tener control de la mayor parte de lo que ocurre en la operación de negocios. Por ejemplo, un problema como el consumo de productos al interior de un local, todavía puede ser monitoreado con cautela por un efectivo de seguridad. Sin embargo, hoy nos encontramos con una variable: límite de aforo al interior de un establecimiento, incluyendo a clientes y quienes trabajan. Es decir, menos personas dentro de un local, privilegiando el consumo e incentivando a que, herramientas como la inteligencia de información y el análisis, tomen un rol esencial en la mitigación de excepciones operacionales.
Según estadísticas arrojadas por el análisis de información de ALTO Alliance en Colombia muestran que las afectaciones por el delito de Hurto a establecimientos comerciales en el tiempo transcurrido de cuarentena (marzo, abril, mayo y junio 2020), han disminuido en un 29% frente al mismo periodo del 2019.
Según Jorge Segura, Director Jurídico de ALTO Colombia, junio fue el mes en el que más reportaron afectaciones de este tipo; “un mes donde la ciudadanía esperaba regresar a la normalidad luego de las dinámicas de aislamiento y las distintas estrategias por parte de las autoridades para controlar la emergencia sanitaria que afrontamos”, manifestó Segura.
Pero y ¿cómo prevenir este tipo de excepción?
Además de contar con protocolos de seguridad, prevención y reacción, esto debe complementarse con distintas herramientas que ayuden a controlar, combatir y mitigar este flagelo que anualmente causa pérdidas económicas a las empresas del retail y consumo masivo.
David Rojas, Country Manager de ALTO Alliance Colombia, asegura que la tecnología es la mejor herramienta para hacerlo: “Contamos con modelos tecnológicos, algoritmos de procesamiento de imágenes y redes neuronales para reconocimiento facial, detección de patrones de conducta, conteo de personas/objetos, entre otros. Donde a través de inteligencia artificial y modelos prescriptivos apoyamos para dar respuesta a estas problemáticas de negocio”.
El reconocimiento facial, el tráfico de personas en un establecimiento comercial, mapas de calor donde se identifiquen los lugares más frecuentes de una tienda, son desarrollos del equipo de DataLab de ALTO, que contribuyen a la toma de decisiones no solamente en cuestión de seguridad sino también para capitalizar oportunidades de marketing, eficiencia en producción, control de inventario, transporte, entre otros.
“En el último año hemos conectado más de 300 cámaras de vigilancia a la plataforma ALTO Alliance, con la que identificamos si un sospechoso entra en una tienda, y generamos la alerta automática para que se tome la acción necesaria de acuerdo con protocolos internos”.